En primer lugar sometió a crítica el mundo de las ideas planteado por Platón, su maestro, argumentando que el ser (la sustancia) está formado por dos componentes inseparables: el alma ( que le da forma ) y la materia residiendo ambos en la Naturaleza, no en mundos separados. Además reforzó la idea del conocimiento sensible (basado en la experiencia) para llegar a lo universal, lo cual abrió nuevas posibilidades a la investigación científica. Por otra parte intentó encontrar una explicación racional para el mundo que lo rodeaba y los constantes cambios a los que está sometido. Aristóteles entiende ese cambio como el paso entre lo que está en potencia a lo que está en acto por medio del movimiento. Además creó una ética de virtudes dividiéndolas en virtudes éticas (que parten de las pasiones y consisten en la práctica del término medio situado entre dos extremos viciosos) y virtudes dianoéticas (que se corresponden con la parte racional del alma y que deben ser aprehendidas mediante la educación y la enseñanza). La consecución de las virtudes conduce al ser humano a la felicidad.
